
Después de todos los preparativos y un viaje de hora y media en coche salimos desde Arévalo Sergio y yo, dos hermanos biciclistas, a eso de las 14 y algo. Después de unas pocas vueltas y preguntas sin una buena respuesta el gps nos dió la solución.
Paralelos a la A6 avanzamos hasta Medina del Campo, pero un camino mal señalado nos lleva al primer error del día. Hacemos unos pocos kilómetros de más y vuelta para atrás, al menos esta vez con el viento a favor, ya que durante toda la etapa ha sido nuestro gran enemigo.

Volvemos a seguir la senda de la A6 y nos lleva poco a poco hacia Medina, lugar elegido para comer. Entramos en un Eroski y tras comprar unos donuts ( algo de azúcar nunca viene mal...jeje) y aquarius para nuestras botellas, nos commemos esos bocatas de tortilla de la mama. Como la tortilla de casa ninguna, ya se sabe :)

Diez minutillos de descanso y vuelta a los pedales tras encontrar las flechas, que por cierto, cuanto más grande es el pueblo más fácil es perderlas. Pero al fin seguimos gracias a nuestro querido gps que nos llevará a través del campo y en paralelo a la vía del tren hacia Navas del rey. Subidas, bajadas, subidas, bajadas y muuucho viento nos acompañan durante nuestras andadas. Pasamos navas del rey después de casi 50 km y Sergio pincha...Yo me entero al rato de verle llegar andando, así que cambio express y seguimos.

Llegamos a Siete Iglesias y como nos vemos bien decidimos seguir unos 15 km más hasta llegar hasta Castro Nuño, craaaaso error. Con matadoras subidas y bajadas constantes, algunas muuuy pronunciadas, hasta los 50 km por hora dejamos esos caminos y cruzamos las vías del ave para llegar a Castronuño. Una vez allí llamamos al albergue, que parecía haberse esfumado, pues no lo encontrábamos por ningún sitio. Después de una conversación de besugos con el dueño que si es esta calle, que si estoy aquí y no lo veo....resulta que el albergue no está en Castronuño como indicaba en la web... ¡¡está a 80 kilómetros de donde estábamos!!, así que después de calmar nuestros instintos asesinos y pensar en poner una reclamación por información falsa decidimos llamar a una casa rural para poder descansar.
Y aquí estamos, más anchos que largos, tomándonos unos bocatitas de lomo con queso del bar Pepe que están exquisiiiiitos, casi tanto como los de mamá jeje.
Y así nos vamos a la cama, con 85 km más en nuestras piernas y deseosos de conocer la siguiente aventura.
Una buena jornada, 85 km no son pocos. No os abriguéis tanto e hidratados bien para evitar problemas, mejor pasar algo de frío que sudar en exceso. Y no apuréis la jornada sin saber seguro dónde pernoctar. ¡Ánimo!
ResponderEliminarNo os acostumbréis a tanta comodidad! No creo que los próximos albergues sean tan acogedores jeje
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