martes, 15 de mayo de 2012

Última etapa, llegando a Santiago.



Un albergue muy acogedor nos vino de perlas para afrontar el último día de esta experiencia, era una etapa normal, bastante flojilla, pero que tenía un buen desnivel tanto subiendo como bajando y nuestras maltrechas piernas, sobretodo las rodillas, ya se estaban quedando sin fuerzas por el sobre esfuerzo del día anterior, por lo que decidimos salir bastante temprano y poder así tomarnos la etapa final con relativa calma, ya que "tan solo" eran 46 km según el mapa y teníamos toda la mañana para llegar. La cosa era llegar.

Así que nos levantamos temprano, a las 7.30 y ya solo quedábamos los ciclistas en el albergue, nosotros dos y un peregrino "guiri" que venía desde Sevilla, pero a un ritmo más relajado. Fue el único guiri que nos encontramos en todo el camino que se había "Españolizado", ya que sus horarios eran mas normales para nuestras costumbres.

Sin ningún sitio donde desayunar, ya que el pueblo estaba desierto de vida hostelera, decidimos hacer los primeros 10 km y parar después en algún sitio a desayunar.Esos km se hacen duros, ya que el cuerpo está frio y resentido del día anterior y no tiene nada que quemar, por lo que el primer bar que vemos en Silleda nos abre el apetito y ahi que nos paramos.Un calor infernal, el un bar muy bonito y con unas cristaleras enormes nos encontramos al entrar, pero el cafetito acompañado de bollito, galletas y zumo, cortesía de la casa, nos levantan el ánimo.

Después de un rato salimos dirección santiago por la nacional hasta encontrarnos la siguiente flecha en la carretera, ya que va paralela al camino practicamente toda la etapa, por lo que decidimos entrar en camino un rato para disfrutarlo hasta que la mala señalización para los ciclistas que pasamos rápido nos hace entrar en una finca privada con unos perros que si no llegan a estar atados ¡ya tienen el desayuno servido! Por lo que en el siguiente cruce con la nacional volvemos a cogerla, y menos mal, porque son 8 km de bajada que por camino se hubieran hecho muy pesados para nuestras rodillas. Al final de la bajada entramos en la provincia de A Coruña y para celebrarlo paramos de nuevo a reponer fuerzas.




Comenzamos una ascensión de unos 4 km y llaneamos durante otros tantos, pero los repechos parecían que nunca se acababan. Teniamos la sensación de estar subiendo  muuucho mas que bajando desde que entramos en Galicia, pensábamos que para llegar a la catedral tendríamos que coger un funicular para bajar, porque tan arriba no podía estar, pero como bien nos dijo la hospitalera del albergue la noche anterior: Esto es Galicia...Galicia es así!!!

Poco a poco le vamos robando kilometros a Santiago y por fín llegamos a una glorieta que nos indica que estamos entrando.! Despues de esa subida pensabamos que ya había acabado, peeeeroo Santiago resulta que también está cuesta arriba, por lo que aún nos quedará un esfuerzo más.





Rodeamos la catedral para entrar por el lado que entran todos los peregrinos y las gaitas empiezan a sonar. Ya se vislumbra la plaza y si miramos a nuestra izquierda... ¡ahí esta! LLEGAMOSSS!!!! Un escalifrío nos recorre.Han sido 7 largos y duros días pedaleando, con mucho viento en contra en muchas etapas, sin una gota de agua (Gracias Santiago), pero con un calor que picaba en las subidas que no era normal. Asique felicitaciones de unos y de otros por el trabajo bien hecho. Fotitos de rigor y a por nuestras compostelanas y sellos para acreditar lo que habíamos hecho durante toda la semana.









Preguntamos por la estación de autobuses, para deshacernos hasta las 9 y media que salía el autobús de las bicis y su pesada carga, pero nos tenemos que montar de nuevo en ellas porque está a un kilometro y medio mas o menos. Llegamos, las atamos, nos cambiamos y ya eramos personas normales, sin una burra de mas de 20 kilos a cuestas tooooodo el día.




Comemos en el Restaurante "El afilador" un buen plato de pasta y otro de carne de ternera y a visitar al Santo a la Iglesia para darle un abrazo, ¡como todo buen peregrino! Y poco más, toda la tarde de compritas y tomando algo para hacer tiempo para coger el bus, sin antes embalar nuestras bicis como si fueran jamón  de York. Nueve horas de Autobús nocturnos nos han traído hasta aquí de nuevo para seguir con nuestras vidas, con una aventura más a nuestras espaldas.



Un saludo a toda la gente que nos ha seguido, hemos tenido casi 500 visitas así que muchas gracias a todos por los apoyos, y sobretodo a Coral, que se ha encargado de esto y ha velado por nuestra seguridad viendo como iban avanzando los puntitos en el mapa, por todo esto y mucho más, gracias, has hecho que este viaje no solo vaya a ser recordado por nosotros sino ¡por muchos de nuestros amigos!






Aquí teneis a nuestra pequeña sobri, ¡ha sido una de las primeras en recibirnos al llegar! Y para que ella sea una pequeña peregrina más pero a la moda la hemos traido un recuerdo de Santiago :) Está para comersela. 

Saludos a todos y hasta el próximo camino :)

domingo, 13 de mayo de 2012

Sexta etapa, va de cuestas la historia

El día de hoy se presentaba como una etapa tranquila, pero al final ha sido todo lo contrario. Menos mal que fuimos listos en meternos anoche en la habitación de las mujeres y voilaaa, noche sin ronquidos, perfecta para descansar.

Nos levantamos en horario español, los últimos vamos. A las 9y poco estábamos saliendo a desayunar al bar de ayer, un buen tazón de café con tostadas y galletas y a las 10 emprendemos la marcha donde la habíamos dejado, en Vilar de barrio y seguimos por el camino de las flechas hasta Ourense. El empanamiento mañanero  hace que perdamos las primeras flechas del día, pero las encontramos de nuevo y seguimos. Una densa niebla nos acompaña toda la mañana. Pasamos por pueblecitos rurales y seguimos por pistas muy buenas, hasta que un tramo imposible en medio de la montaña nos hace bajarnos de la bici...embarrada hasta los discos, y nosotros igual, pero pasamos poco a poco y seguimos la primera mitad subidos maldiciendo este tramo que nos hará perder mucho tiempo sin avanzar prácticamente nada. Bajamos por una senda cubierta por todos lados de árboles, incluso por encima, como si fuéramos por un túnel...¡Precioso!

Llegamos a las 11:30 al albergue de Umbría y en la puerta nos encontramos a los guiris de la noche anterior que ya estaban esperando para entrar...ellos están hechos de otra pasta. Sellito y bajamos para el pueblo, pero nos perdemos de nuevo así que para atrás. Nos reencontramos y seguimos lo que iba a ser todo bajada, pues de primeras eran 3 km de pendiente, para eso sí, luego bajar y subir hasta Ourense. Lo cruzamos de punta a punta hasta llegar al albergue para otro sellito. Tomamos coca colas y empanadillas a la colombiana en un bar y  un hombre nos recrimina que hemos dejado las bicis en zona verde...más bien de corcho y cigarros era ese jardín, pero bueno a palabras necias...Seguimos nuestro camino.

Paramos a reponer fuerzas y decidimos comer únicamente medio bocata de pavo cada uno y unas barritas y directos a la subida de Ourense. A las 15:00 empezamos a subir...mal de nuevo, por lo que retomamos el buen camino y larga ascensión de una hora con un sol picante picante. Esta etapa es muy engañosa, porque la altimetría no se refleja bien y lo que pensábamos que iba a ser un paseo termina siendo un infierno de calor y cuestas.

Seguimos todo el trazado de la N 525 hasta Cea y concluimos lo que hubiera sido una buena etapa, pero no, las ganas por llegar hacen que sigamos restandole kilómetros al santo y ver si somos capaces de llegar mañana a Santiago. Largas cuestas nos acompañan los casi 40 km que nos quedaban. Pasamos por pueblos idénticos unos a otros, mezclándose entre sí tanto que ya no sabes ni por donde vas, solo ves los cada vez menos kilómetros hasta Santiago. Paradita en una gasolinera a tomar chocolate para afrontar el último tramo con lo que nos quede. Nos dice el gasolinero que quedan 10 km de subida, y no se equivoca. Empezamos a agachar la cabeza para no mirar las cuestas y fijar la vista en nuestras maltrechas rodillas...y por fin llegamos al alto de...su madre, marcando casi 900 m mientras que Ourense estaba tan solo a 100 m, para que os hagais una idea.

Bajadas muy picadas y algún que otro repecho, poco a poco nos acercamos al albergue de A Laxe, lugar elegido para descansar después de llamar y comprobar que quedan plazas libres. Se hacen interminables estos últimos kilómetros, Lallín parece que nunca va a llegar...y al fin llega, pero es igual porque el albergue está a otros 5 km más.


Exaustos y bajo mínimos tratamos de encontrar fuerzas de donde no las hay y llegamos al albergue tras más de 102 km de marcador y unos 95 si le restamos las pérdidas. Después de 6 hr 56 min montados en la bici por fin nos bajamos y las dejamos en un ultra moderno albergue, que tiene de todo, incluso para cocinar, pero en el pueblo nada donde poder comprar...mala ecuación. Así que el resultado es bollos de máquina de vending y barritas energéticas y tirando para la cama tras la ducha, que son las 10 y aquí sino te miran mal.


A todo esto Santiago está a 46 km por lo que hemos acortado en dos días el planning del principio del viaje, con etapas como hoy todo es posible.



Un abrazo, mañana habremos terminado esta aventura, ¡si la bici y nuestro cuerpo no dicen basta!






sábado, 12 de mayo de 2012

Quinta etapa, deleitándonos la vista :)


Hoy nos levantamos a eso de las 7:00 después de una noche de ronquidos sin parar...Creo que los médicos recetan a los que roncan que hagan El Camino de Santiago porque no se salva ni unooo!!! Bueno, van saliendo los peregrinos uno tras otro hasta quedar solo nosotros, a los guiris ni les hemos visto jaja. A eso de las 9:00 con todo preparado salimos del albergue para desayunar en el bar de un tío que la tarde anterior yo había visto de taxista y efectivamente, ¡en España hay tanto paro porque todos los trabajos los tiene este hombre! El desayuno estupendo, incluso nos da a probar un boll típico, la bica, que esta buenísima. Le decimos que íbamos a ir por la nacional, pero nos anima a subir por los pueblecitos de montaña, y menos mal que le hicimos caso...¡Que vistas! Preciosas, de verdad.


Subiendo y bajando, eso será la tónica de esta etapa mañanera de unos 35 km que terminará en Laza. Unos pueblos diminutos, con bañeras en lugar de pilones  nos acompañan buena parte del camino. La vía férrea que une Santiago con Madrid la cruzamos varias veces por la mañana, El paisaje es precioso, como si retrocediésemos cien años, y llegamos a un estanque precioso.

Poco a poco vamos dejando atrás a peregrinos con los que pernoctamos, y te das cuenta de que son gente que no volverás a ver, pero a la vez ya forman parte de tu viaje, y tu del suyo. Solo espero algún día encontrarme con un blog que nos nombre y eso querrá decir que vamos en el recuerdo de algún peregrino anónimo como lo somos nosotros.





Llegamos hasta el puente donde dejamos la carretera y la cambiamos por un camino de cantos rodaos que nos hace temer por la salud de nuestras cubiertas, pero todo sigue perfecto. Una bajada en picado hará trabajar duro a nuestros frenos, que nos responden a la perfección sin apenas quejarse, solo un leve pitido a veces...y el camino se pierde, así que paramos a comer algo a ver si lo reencontramos. Poco después una falta de entendimiento fraternal hará que Sergio baje erróneamente como una exhalación cuesta abajo y yo desde la cuneta sin poder hacer nada por remediarlo más que llamar por teléfono. Al rato sube y retomamos el camino por una senda para andar, no para bicis. Llegamos hasta un pueblo que ya tiene una estética diferente, más actual.

Una subida al final del pueblo alucinante e inesperada nos espera, y nosotros casi sin agua. Al final logramos subir y llegar a otro pueblo con una fuente con una concha en la que nos juntamos unos cuantos peregrinos. Después de la parada otra subidita y empezamos lo que iba a ser la bajada más brutal de cuantas llevamos. Tierra, barro y alforjas no son una buena combinación, pero no nos queda otra....Aaaaabajo!!!



 Llegamos a un pueblo sin quererlo y una nueva cuesta nos espera. Un  cúmulo de infortunios y casualidades hacen que me vaya al suelo, en parado, como siempre...Cosas de los pedales, jeje. No ha sido nada así que arriba y a seguir bajando por carretera alcanzando los 60 km/h. Llegamos a Laza y una mujer nos recomienda un bar para comer, y allí vamos. Es la primera vez en mi vida que sin preguntarnos si quiera lo que queríamos aciertan de lleno, era lo más parecido que puede haber a comer en casa. Después de tal comilona decidimos buscar un sitio para plantas el campamento base para la siesta, y a la orilla de la carretera encontramos el sitio ideal. El bochorno es asombroso, incluso a la sombra.


A la media hora decidimos empezar el último de los tres puertos de nuestro camino, no es un puerto en sí, pero es una subida que parece que no tiene fin y que tiene más de 10 km. Nos despojamos de los maillots y nos echamos bien de cremita para luchar contra el sol, y arriba. Paramos unas cuantas veces, incluso bebimos agua de un riachuelo del arcén y esque el calor que hacía no era normal.








''Finalmente coronamos...ahhh noo, que aún queda...''. Esa ha sido la tónica de la tarde. En el último pueblo un amable vecino nos indica como ir al destino y nos dice que el va en esa dirección, poco más y nos pilla con una especie de corta césped asesino en el que iba montado, algo muy muy raro. A los pocos metros de llegar un grupo de moteros nos saludan uno a uno ¡a a golpe de pito! bueno de bocina, no quiero que haya malentendidos...





Y por fin un llegamos, un albergue super moderno nos espera, así que duchita, lavamos la ropa y a tomar la merecidiiisima caña donde se encontraban los moteros. Y a las 9 vuelta a casita para preparar la cena e ir a dormir que mañana hay que llegar a Orense y atravesarlo.

 Saludos a todos!

viernes, 11 de mayo de 2012

Cuarta etapa


Hoy salimos  un poco perezosillos a eso de las 9:30, un poco más tarde de la hora acordada, pero nos lo perdonamos por hoy, jeje. Vamos dirección Entrepeñas y nos encontramos con la presa del embalse de Cernadilla medio vacía, a pesar de lo que ha llovido. Me refiero a antes de empezar la aventura porque estamos teniendo una suerte loca con el tiempo. 





Unos pocos peregrinos nos encontramos en Entrepeñas y con toda su buena intención nos dicen que nos equivocamos de camino, pero muy amablemente les decimos que este pueblo lo conocemos bien, ¡Somos hijos suyos junto con Sandín! jaja Salimos dirección Asturianos y otra vez las obras del Ave nos acompañan pasando Asturianos, Palacios, Otero (lugar donde estará la nueva estación)..Llegamos a Puebla de Sanabria y vemos a lo lejos su majestuosa muralla, muchas veces admirada por nosotros. 




Nos dirijimos a los perales, para reponer fuerzas y lo que nos encontramos es a medio ejército del aire adelantándonos en convoy...Cocacolita y pincho de tortilla al canto. Creemos que será suficiente para afrontar este primer repecho del día que nos lleva hasta Requejo, donde hacemos una paradita para tomarnos una racioncita de glucosa y ya sí que nos enfrentamos al puerto Padornelo. Siete largos kilómetros que nos tomamos con mucha calma, porque aún queda mucha etapa por hacer. Paradita tras paradita vamos dejando la baja Sanabria para adentrarnos en la alta en el tunel del Padornelo.







Una impresionante bajada nos llevará a alcanzar los casi 60 km por hora y poco a poco avanzamos hasta nuestro siguiente destino, Lubián. Llegamos a este pueblecito montañés y un restaurante nos llama la atención, así que a comer se ha dicho. Hoy no hablaremos de la comida por petición popular de los seguidores del blog, que dicen que como sigamos así montamos nuestra propia guía gastronómica, jaja.






Una siestecilla en un prao es lo mejor para reposarla, así que media horilla de relax y vuelta a enfrentarse con el puerto de A Canda que coronamos casi sin darnos cuenta a los 4 km. Entramos en Galicia y otra vez bajada impresionante hasta Villavella. Decidimos seguir hasta A Gudiña y aquí estamos, en un albergue con otros 24 peregrinos, una vez más hemos sido los últimos, eso sí, esta vez con cama :) Bien duchaditos, cenados y con la cervecita de rigor.













Saludos a todos! Y muchas gracias por los ánimos, motivan mucho :)

jueves, 10 de mayo de 2012

Tercera etapa, en tierra conocida :)

Nos levantamos a eso de las 6 de la mañana y nunca en la vida he tenido tantas ganas de madrugar. Es lo que tiene dormir en el suelo, que se duerme poco y mal, pero hoy todo es bien distinto...

Salimos del albergue los últimos y después de colocar todo de nuevo en la bici nos dirigimos al bar El Roble a tomarnos un colacao y unas tostadas, y aunque te cobren lo que les de la gana te saben a gloria a esa hora.
Nos encontramos con toda la gente que debió ocupar los albergues y hostales porque había muchísimos peregrinos, incluidos unos jubilados ciclistas que venían de Sevilla por la ruta de la plata, que salaos.

Enfilamos de nuevo por la N631 dirección Villardeciervos. De nuevo las obras del ave Madrid-Sevilla nos acompañan toda la etapa. Nosotros miramos ese terreno tan llano y liso, preparado para montar los railes, con envidia sana de no poder ir por ellos, ¡sería la forma más fácil y rápida de llegar a Galicia!




Grandes rectas con pequeños repechos y alguna bajada nos llevarán a Otero de bodas, último pueblo de esta ruta que dejaremos para dirigirnos a nuestro pueblo, Sandín. El camino que seguimos es prácticamente el mismo, pero decidimos ir por una vieja carretera conocida nuestra. Nada más entrar encontramos un cartel muy curioso que nos llama mucho la atención, llamémosle vandalismo con buen gusto. Pasamos Villanueva de Valrojo y ya estamos a tan solo 4 km de Villardeciervos, lugar muy conocido por su orujo de hierbas, que tiene muchos fieles admiradores. Nos tomamos una jarrita de cerveza para reponer líquidos y para tomar nuestra ración de cereales del día, alimento completísimo donde los haya, no puede faltar en ninguna dieta, aleee ¡aprende Dukan! ¡Y por tan solo 1 euro! Ha sido desviarnos del camino y los hosteleros parece que se vuelven más honrados y se les quitan las ganas de hacer el agosto con nosotros.


Salimos al rato dirección Sandín, pasando por un rebaño muy bonito de vaques. El terreno se complica pero es algo con lo que contábamos así que nos lo tomamos con muuuucha calma. No eran ni siquiera las doce de la mañana de esta jornada light y ya pasamos Cional con su playita artificial y su chiringo, bien conocido por nosotros. Allí llenamos las botellas en una fuente muy peculiar. Codesal, con su llanura que tantas fiestas nos ha acogido y en la que tanto frío hemos pasado. Entramos en Sagallos después de una larga recta y vuelta arriba hasta Manzanal.






Dejamos a la derecha la chabola, famosa por sus pinchos morunos, los mejores del mundo, lo aseguro, y enfilamos hacia abajo atajando por callejuelas perseguidos por manadas de perros hambrientos de bicigrinos. Dejamos atrás Manzanal y tras unas pronunciadas subidas y 52 km de recorrido llegamos a nuestro destino, Sandín de la Carballeda, que nos recibe con los brazos abiertos. Como buenos hijos suyos que somos.




Tras dejar las bicis en casa nos relajamos en el sofá y a comer comidita casera de la rica, filetes rusos con patatas, especialidad de la Elo como bien decía Sonia, ¡que bien que come aqui! Siestecilla de dos horas y puesta a punto y limpieza de nuestras burras, que de momento se están portando, ya se lo dije yo a Jorge, que esta bici me llevaba a Santiago y espero no equivocarme, jeje.



Vueltecita al pueblo y cenita rica de la tía, calamares y croquetas caseras para dormir bien agustito, en una buena cama, vamos como en casa jeje. Pues nada, mañana será un día duro pero esperemos que nuestro descanso de hoy nos valga para llegar bien.

Saludos a todos, os dejamos con un bonito paisaje :)



miércoles, 9 de mayo de 2012

Segunda etapa


Hoy tras descansar en nuestra casita particular partimos a eso de las 11, después de un buen colacao en casa Pepe, ya le hemos cogido cariño y todo. Preguntamos para ir dirección Toro y entramos en una gasolinera para poner a punto las bici, después tiramos millas.


Después de una gran bajada, no viene nada mal para empezar el día, dejamos a la derecha una presa muy bonita y enfilamos a Toro. Unos kilómetros adelante entramos en la tercera de las provincias que vamos a cruzar, Zamora. Después de unos cuantos kilómetros muy rectos en una carretera con un tráfico nulo nos encontramos en el horizonte con Toro. Sus murallas son presiosas y después de pararnos un ratejo volvemos a emprender dirección Zamora.

Un pueblo con un peculiar nombre nos espera, Peleagonzalo y uno de sus habitantes nos indica la fuente más cercana y nos da una gran noticia...¡Zamora está a tan solo 29 km! Grandes llanuras con un precioso paisaje amarillento nos acompañan hasta allí. El último tramo se hace muy cuesta arriba, ¡pero sobretodo por las ganas de llenar el buche! Entramos en Zamora por el puente cruzando el duero y nos bajamos de las bicis para disfrutar un poco más de sus callejuelas.

Encontramos sitio para comer en la plaza de una iglesia, pero esas ganas de comer no fueron saciadas con un minúsculo plato de espaguetti, eso si, delicatessen. Retomamos nuestro camino para realizar la segunda parte, otros 50 km. Cogemos la vía de la plata y subimos hasta Montamarta, posible sitio para hospedarse, pero decidimos seguir otros 27 km para hacer la etapa de mañana más corta.

Cruzamos el río Esla a través de un precioso puente y enfilamos grandes rectas, interminables, pasando varias veces por las obras del Ave. Pasamos por Pozuelo de Tábara, último pueblo antes del destino, pero las fuerzas ya merman. Finalmente llegamos a Tábara y tras preguntar por el albergue llegamos y....¡lleno! Asi que de nuevo toca buscar alojamiento alternativo, pero ni uno de los dos hostales tiene una sola cama libre, asique unos buenos compañeros peregrinos nos dejan unas mantas para echar al suelo y el saco de dormir junto con algo de ropa a modo de almohada, esa es nuestra cama por hoy.


Asique aquí estamos, tres bicigrinos en el suelo de una cocina mientras que diez guiris y cuatro españolitos duermen en sus camitas al lado. Aprenderemos la lección y esque con los horarios europeos no se puede luchar...¡llegan a los albergues a las 14.00! 

A descansar, que los 99 km de hoy pesan, y mañana será otro dia, tan bueno como el de hoy :)


martes, 8 de mayo de 2012

Primeros pasos



Después de todos los preparativos y un viaje de hora y media en coche salimos desde Arévalo Sergio y yo, dos hermanos biciclistas, a eso de las 14 y algo. Después de unas pocas vueltas y preguntas sin una buena respuesta el gps nos dió la solución.


Paralelos a la A6 avanzamos hasta Medina del Campo, pero un camino mal señalado nos lleva al primer error del día. Hacemos unos pocos kilómetros de más y vuelta para atrás, al menos esta vez con el viento a favor, ya que durante toda la etapa ha sido nuestro gran enemigo.






Volvemos a seguir la senda de la A6 y nos lleva poco a poco hacia Medina, lugar elegido para comer. Entramos en un Eroski y tras comprar unos donuts ( algo de azúcar nunca viene mal...jeje) y aquarius para nuestras botellas, nos commemos esos bocatas de tortilla de la mama. Como la tortilla de casa ninguna, ya se sabe :)





Diez minutillos de descanso y vuelta a los pedales tras encontrar las flechas, que por cierto, cuanto más grande es el pueblo más fácil es perderlas. Pero al fin seguimos gracias a nuestro querido gps que nos llevará a través del campo y en paralelo a la vía del tren hacia Navas del rey. Subidas, bajadas, subidas, bajadas y muuucho viento nos acompañan durante nuestras andadas. Pasamos navas del rey después de casi 50 km y Sergio pincha...Yo me entero al rato de verle llegar andando, así que cambio express y seguimos.






Llegamos a Siete Iglesias y como nos vemos bien decidimos seguir unos 15 km más hasta llegar hasta Castro Nuño, craaaaso error. Con matadoras subidas y bajadas constantes, algunas muuuy pronunciadas, hasta los 50 km por hora dejamos esos caminos y cruzamos las vías del ave para llegar a Castronuño. Una vez allí llamamos al albergue, que parecía haberse esfumado, pues no lo encontrábamos por ningún sitio. Después de una conversación de besugos con el dueño que si es esta calle, que si estoy aquí y no lo veo....resulta que el albergue no está en Castronuño como indicaba en la web... ¡¡está a 80 kilómetros de donde estábamos!!, así que después de calmar nuestros instintos asesinos y pensar en poner una reclamación por información falsa decidimos llamar a una casa rural para poder descansar.

Y aquí estamos, más anchos que largos, tomándonos unos bocatitas de lomo con queso del bar Pepe que están exquisiiiiitos, casi tanto como los de mamá jeje.





Y así nos vamos a la cama, con 85 km más en nuestras piernas y deseosos de conocer la siguiente aventura.