Comenzamos la quinta etapa con un buen desayuno en A Gudińa. Cogemos fuerzas para el día, que empieza con una subida moderada, y llegamos a un alto con unas vistas de la sierra preciosas.
Tras tomar las pertinentes fotografías físicas y mentales, proseguimos el camino destino a Campobecerros.
Rellenamos las botellas y comemos algo para afrontar la primera subida que nos espera hoy, el calor ya aprieta, el sol nos va a acompañar toda la jornada ciclista.
Tras una subida preciosa comenzamos a bajar dirección Laza, una bajada por la que parecemos el corre caminos. Hacemos saltar algún radar que otro y llegamos a Laza a la velocidad del rayo, nuestro culo (el de Pablo en especial) agradece los kilómetros de bajada...
Degustamos en el bar La Picota un delicioso menú, todo esta buenísimo... Y un gran trato...
Después de llenar el buche bien, decidimos echar una pequeña siesta en el prado que reposando la comida se esta muy bien...
Comienza lo duro de la etapa: ascender un puerto que termina en Alberguería. Se hace muy duro, la carretera sestea mucho y parece que no acabe nunca. No da tregua a las piernas, con un mínimo de un 4% y un máximo de un 11%. Nos deja las piernas a punto de reventar.
Tras casi una hora de ascenso coronamos y llegamos a Alberguería, donde hemos decidido pernoctar hoy.












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